El Sevilla FC sacó adelante un partido muy complicado ante Las Palmas, que vivió muchos momentos de tensión durante su celebración.
Una de las grandes confusiones y que alarmó a todo el Sevillismo, fue que se hicieron cuatro ventanas de sustituciones, cuando la norma sólo permite tres.
La lesión al final de primer tiempo de Kike Salas y con posterioridad de Lokonga, hicieron agotar dos ventanas de cambio a comienzos de la segunda parte.
En estas, un golpe en la cabeza de García Pascual fue aprovechado por Caparrós para cambiarlo por Antonetti, queriendo meter en ese mismo momento a Saúl por Sow.
Sin embargo, sólo se permitió cambiar al delantero, ya que era por una conmoción en la cabeza, no pudiendo hacerlo en el mismo tiempo el ex jugador del Atlético de Madrid.
Entonces saltaron las alarmas, pues ya se había agotado las tres ventanas y el Sevilla seguía insistiendo en meter al ilicitano en el campo.
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El cuarto árbitro fue el que confirmó que era viable hacerlo, ya que la salida de García Pascual no contaba como ventana de sustitución, al ser por la referida conmoción en la cabeza, respirando aliviada la grada ante una posible alineación indebida.
