Diario de Sevilla ha podido conocer que el futbolista viajó junto a su pareja a París para, entre otros asuntos, ver pisos para una posible compra en la capital gala en el mes de abril, justo el día de descanso que Emery concedió a la plantilla en la semana previa al derbi (2-0). El Sevilla, en este caso, no tiene más respuesta que remitirse a los 45 millones que figuran como penalización por rescisión unilateral en su contrato, una ampliación que el club se preocupó de dejar atada este mismo año.