«Cuando leí que Cristiano le había marcado 19 goles al Sevilla me puse furioso. Salté al campo como un toro, me salía espuma por la boca. Me repetía a mí mismo: ‘es imposible que nos meta gol otra vez’. El año pasado, Cristiano marcó dos goles cuando estaba fuera por lesión (la nariz rota) pero esta vez pudimos pararle», dijo a Sport.pl.
