El caso de Yevhen Olehovich Konoplyanka debe ser único en el mundo. Habrá futbolistas con intérpretes, con profesores de idiomas para acelerar su aclimatación cuando militan en un club de un país extranjero, pero lo que el Sevilla ha puesto a disposición del internacional ucraniano (o a Emery, que al final es quien lo ha pedido) pocas veces se da en el fútbol. El Sevilla tiene a un entrenador titulado que habla la lengua nativa del jugador, pues el técnico vasco entiende, no sin razón, que para explicar fútbol a un futbolista hay que saber fútbol y no sirve cualquier persona.