Mide cada palabra. No quiere provocar ningún tipo de reacción fuera de tono en Sevilla o en tierras ucranianas. Si por él fuera, viviría al margen de todo lo que tiene que ver con lo mediático. Pero ahora, y antes… Eso sí, atiende la llamada de ABC y lo hace, además, con suma tranquilidad y de manera muy afable. Está en su casa. Es Juande Ramos.