Han defendido que esa era una practica común en el club y que se hacía desde el año 1998 hasta que en 2017 se acordó en una reunión del consejo de administración el cambio de proceder con esta cuenta. Al parecer alrededor de diez directivos tenían acceso a esas cuentas. Según las mismas fuentes, tanto José María Cruz como Javier Cano, director general y responsable del área financiera del Sevilla, cuyas declaraciones se han prolongado durante toda la mañana, han asegurado que esa cuenta a la que tenían acceso los directivos se creó con la finalidad de que se hicieran aportaciones personales para los momentos en los que el equipo atravesaba dificultades económicas. Al parecer, según los testigos, en un momento determinado por esta circunstancia, el club llegó a deber más de 600.000 euros al presidente Castro.