García Pimienta era el elegido por José María del Nido Carrasco, Víctor Orta, y el Consejo de Administración, para dirigir al Sevilla en la pasada temporada.
Transmitió tanta confianza a sus dirigentes, que sin haber ganado ni un solo partido, fue renovada hasta 2027. Con el paso del tiempo se fue demostrando que la decisión fue mala, de hecho fue destituido ante una racha de cuatro derrotas consecutivas, una de ellas en el derbi.
Joaquín Caparrós tuvo que coger el banquillo de nuevo, por cuarta vez. Lo cierto es que no consiguió darle al equipo lo que necesitaba, pero sí ganó un partido ante La Unión Deportiva Las Palmas que supuso quedarse en Primera División.
El presidente de la entidad, José María del Nido Carrasco, anunció en la rueda de prensa del pasado miércoles, que Joaquín iba a ser nombrado como el primer Presidente de Honor de la historia del club, y es que hace apenas unos meses recibiría el Banquillo de Oro.
El de Utrera ha reaccionado de esta forma en redes sociales, con un mensaje muy emotivo y que ha sido muy comentado por todos los aficionados sevillistas. Caparrós es una leyenda de Nervión:
«¿Quién le iba a decir a aquel niño sevillista, cuya mayor ilusión era pisar el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán, que años más tarde cumpliría su sueño? Que llegaría a ser el entrenador con más partidos en la historia del club, que recibiría el Banquillo de Oro, y que hoy se convertiría en el primer Presidente de Honor.
El @SevillaFC es mi club, el Ramón Sánchez-Pizjuán es mi casa, y vosotros, el sevillismo, sois mi familia.
He estado en las buenas y en las malas. He trabajado con todos los presidentes: Roberto Alés, José María del Nido Benavente, Pepe Castro y José María del Nido Carrasco. Siempre lo he hecho por mi club, por mi gente, y porque a la familia siempre hay que ayudarla. Y mi familia es el @SevillaFC.
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He tenido la fortuna de trabajar junto a leyendas del club como Monchi, Pablo Blanco o Antonio Álvarez. También he tenido el privilegio de entrenar a grandes como Jesús Navas, Reyes o Puerta. Siempre intenté dar lo mejor de mí, sin tener nada que ganar y mucho que perder.
Pero seguiré aquí, apoyando, animando y ayudando cuando el club lo necesite. Nací sevillista y moriré sevillista.
Gracias a toda esa afición que siempre me ha apoyado.
¡Viva el Sevilla!»