Dos pérdidas en fase ofensiva, localizadas ambas en la zona de Jesús Navas, y una mala interpretación de las vigilancias y las coberturas en general penalizaron a los nervionenses con dos goles. El primero acompañado también de una basculación deficiente que producía el desequilibrio por parte de Gnagnon, y el segundo de una decisión errónea de Kjaer de atacar en campo contrario un balón ya en poder del Athletic en lugar de volver a su posición en defensa. En definitiva, dos errores puntuales que se sumaban a una mala gestión de la posesión cuando tocaba atacar. Las imprecisiones en los pases fueron la nota que se repetía una y otra vez, fundamentalmente por dos motivos: uno, la mayor intensidad de los jugadores del Athetic, nada que ver con lo del jueves, y, dos, la ausencia del Mudo Vázquez como salida de escape para Banega y Sarabia, enredados ambos en un fútbol en el que no estaban a gusto.
Desde mi vista de aficionado, pude observar, al menos eso creo, varios defectos, unos de entrenador y otros del cuerpo técnico. Tácticamente fue un desastre: Sarabia ocupaba el sitio de Navas y se estorbaban, Sarabia apenas da una a derechas, Silva está lento y pierde demasiados balones, tarda en pasar la pelota, Ben no recibe balones, el centro del campo estaba perdido desde el principio, el extremo izquierdo estaba vacio y por ahí aprovechaban para empezar y agotar a Escudero, Banega pierde demasiados balones y es muy lento, si a los que recupera le restamos los que pierde hay déficit.
Tacticamente habia que haber cambiado a un 4 5 1 para recuperar el centro del campo, nuestros defensas centrales no tienen velocidad, …