Las anchas espaldas de Vicente Iborra (28 años) parecen un armario de tres puertas. El capitán sevillista es fuerte como un golpe de viento de Levante y cuando va a la disputa del balón lo hace como si fuera la última vez, con todo. A Iborra, tricampeón con el Sevilla, le llaman Superman, un tipo leal, capaz de todo con tal de sumar kilos de energía en bien del equipo. Con los de Nervión ha jugado de todo. La última vez, de portero.
