En la RFEF ya se contempla que haya fútbol, si el coronavirus lo permite, hasta el próximo 15 de julio. Por tanto, las vacaciones de los jugadores se retrasarían hasta el 15 de agosto. La próxima temporada no podría empezar antes del 10-15 de septiembre, según ha informado Radio Sevilla. Hablamos de un escenario en el que no se jugaría la Eurocopa para ganar ese tiempo que se necesita para poder encajar partidos. Seguramente con estas decisiones se abrirían otros problemas. Por ejemplo, habría jugadores que terminan sus contratos el 30 de junio. En cuanto a las competiciones europeas (Champions y Europa League), se baraja la opción de organizar finales a ocho o a cuatro para que en pocos días se disputen partidos en la ciudad que acoja la final.