En Nervión ocurre esto con Franco Vázquez. El mediapunta argentino está señalado por la grada. Da igual que haga un partido completo, cualquier pérdida es silbada por el aficionado. No termina de calar. Esta temporada incluso ha ido a más esta animadversión. Con Sampaoli llegó a ser un futbolista capital. Su desaparición del equipo vino acompañada de un bajón en el juego y los resultados del Sevilla.