Antonio Cordón decidió el pasado verano, aceptar el reto de convertirse en director de fútbol del Sevilla. El extremeño ha estado en grandes equipos en su carrera, y no tenía necesidad de meterse en un marrón como era el club nervionense.
Sin embargo, le gustan los retos, y como ya ocurrió con el Betis en su momento, el objetivo es cambiar la dinámica, mejorar la situación deportiva y económica de una entidad muy tocada.
Lo cierto es que el comienzo no fue sencillo, pero se están empezando a conseguir los primeros resultados, y da la sensación de que al menos se ha formado un equipo más equilibrado, con jugadores de más experiencia y empaque.
Teniendo en cuenta la situación financiera, se han quedado bastantes operaciones en el aire, jugadores que quiso traer pero que en el último momento se cayeron por la falta de fichas libres o por el límite salarial.
Enzo Molebe, era uno de los atacantes que el director de fútbol tenía cerrado, al menos había conseguido un acuerdo con él, a falta del entendimiento económico con el Olympique de Lyon.
Por las circunstancias que hemos dicho anteriormente, el joven francés no pudo llegar al Sevilla, y con el tiempo se está demostrando que efectivamente era un jugador interesante.
De hecho, a pesar de que comenzó el curso con el filial, a partir de ahí ha entrado en todas las convocatorias con el primer equipo del Lyon y también en la Europa League, con un Fonseca que confía en él.
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La semana pasada pudo debutar por fin con el primer equipo, entrando en el minuto 81 del encuentro frente al Angers. Este debut da la razón a Antonio Cordón, que supo ver su enorme potencial, algo que ya han empezado a detectar también en el club galo.
