Para Caparrós, entrenar se llevar en la sangre. «El entrenador, día a día, con tus futbolistas, preparar, convivir, motivar al equipo en situaciones si vienen resultados buenos, malos, regulares… Es lo que nos gusta, es vocacional y los que tenemos esa vocación de entrenador, nunca dejamos de serlo. Igual que vosotros o los médicos».
Dirección deportiva: «En ese momento era lo mejor para el club, decisiones que toman para ayudar lo mejor posible a tu equipo. Eso ya es historia porque desconecto. En su momento lo hice del chándal, estivo con un equipo de trabajo magnífico en la dirección deportiva y ahora, al contrario. Ya de eso no quiero hablar porque solo hay que hablar del Valencia porque si no lo hacemos nos cogen ventaja».