Entre el frío contexto y el hambre de Correa

A los 14 segundos, la diferencia entre el Formentera y el Sevilla se convirtió en abismal. Correa aprovechó la primera apertura a su flanco izquierdo en el ataque para pisar con avidez el área. Liñán cayó infantilmente en el engaño de su amago: penalti y gol de Ben Yedder. La mínima competitividad que pudiera ofrecer este equipo de Tercera División que encajó en un solo día más de la mitad de los goles que lleva en contra en el Grupo 11 desapareció por completo. Y por si hubiera duda, Correa siguió dando rienda suelta a su necesidad. Dos penaltis sufridos y tres goles como reivindicación. No está nada mal.

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