El Sevilla sumó su cuarto triunfo consecutivo en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el quinto si se le suma el partido ante el Lyon en la Liga de Campeones, y lo hizo a través de una vía de lo más estética. Cuando la Bienal de flamenco está dando ya sus últimos coletazos en la ciudad, los blancos eligieron el camino del taconeo, eso que ahora los snobs llaman taco y que en el fútbol ha sido toda la vida un taconazo. Así abrió el camino ante el Alavés el brasileño Ganso, con un espectacular pase atrás al hueco para que Ben Yedder subiera al marcador el primer gol y lo cerró de manera no menos soberbia el propio delantero francés con un prodigio de estética en el minuto 90 para poner el broche que se merecía a la gran jugada de Vitolo por la banda izquierda.
