El Sevilla FC vivió una época dorada con Unai Emery en el banquillo, en las años que van del 2013 al 2016, donde fue capaz de conquistar tres UEFA Europa League de manera consecutiva.
Uno de los jugadores que vivieron parte de este éxito fue Grzegorz Krychowiak, polaco firmado en el verano de 2014 del Stade de Reims por 5 millones de euros y que fue vendido dos años después al PSG por cuatro veces más.
En un equipo con mucha calidad, fue capaz de adaptarse y aportar su fuerza física, para ser parte importante de los dos títulos europeos que conquistó.
Ahora, después de 16 temporadas y a sus 35 años dice adiós al fútbol, tras llevarse varios meses sin equipo.
Además de los dos títulos europeos con el Sevilla, como lo mejor de un palmarés, conquistó la Copa de Francia, la Copa de la liga gala y dos Copas y una Supercopa de Rusia, siendo además 100 veces internacional con Polonia.
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Ésta ha sido su despedida a través de las redes:
«Ha llegado el momento de nuevos retos. El fútbol me ha formado no solo como jugador, sino sobre todo como persona. Soy un futbolista pleno; no me arrepiento de nada ni cambiaría nada.
Acepto mi carrera tal como ha sido: con momentos de alegría y éxito, pero también con otros más difíciles que me han enseñado tanto. Agradezco de todo corazón a la afición que me ha acompañado en las buenas y en las malas, a todos los jugadores con los que he tenido el honor de compartir el campo y a todos los que me han apoyado en este camino.
Gracias a mi familia y a mi querida esposa; sin ustedes, nada de esto habría tenido sentido. El fútbol merece la pena jugarlo…».
