El Sevilla perdió el pasado verano, al máximo goleador de la temporada pasada, Lukebakio. No podemos decir que el equipo no lo eche de menos, ya que era un jugador diferencial, pero la tarea del gol se la están dividiendo diferentes jugadores del plantel.
Si al aficionado sevillista le preguntas por el hombre que más calidad tiene de la plantilla, seguramente te mencione a Rubén Vargas. También los números están siendo buenos, y es que este curso ha tenido influencia en siete goles del equipo, con tres tantos y cuatro asistencias.
Desde que llegó a Sevilla su rendimiento está siendo sobresaliente, y ya el pasado verano tuvo posibilidades de salir al Villarreal. Sin embargo, él dejó claro que su intención era continuar en Nervión, y echarse el equipo a las espaldas.
El club transmitió a Matías Almeyda que había que vender al suizo o a Dodi, considerando el entrenador argentino más importante al internacional helvético, una decisión que a la larga está siendo acertada.
Su cláusula de rescisión es de 40 millones de euros y su salida en el mercado de enero, no está ni mucho menos descartada, ya que la situación económica del club es la que es.
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Aun así, su deseo es continuar en el Ramón Sánchez-Pizjuán y en Sevilla, una ciudad a la que se ha adaptado a la perfección, pero entendería que, con las circunstancias financieras de la entidad, si llega una oferta interesante, decidieran vender.
