El club brasileño solicita cinco millones de euros por su porcentaje (el 30 por ciento), a sabiendas de que el Sevilla no pagará más de diez por la totalidad de sus derechos. El otro 70 por ciento restante lo posee la empresa DIS, que es la que más interés tiene en cerrar esta operación porque está obligada a vender su parte por la nueva normativa de la FIFA.