Como todo el mundo conoce, el Sevilla FC se encuentra inmerso en un proceso de venta de su mayoría de acciones, que puede dar lugar a la entrada de un nuevo propietario en las próximas semanas o meses.
En estos momentos, un Fondo de Inversión Americano estaría realizando una profunda auditoría del club, con el fin de certificar los 3.500 euros por acción que está dispuesto a pagar por el control de la entidad.
Antonio Lappí era el candidato perfecto
En un segundo plano se mantiene Antonio Lappí, que este lunes desveló que ha realizado una oferta para adquirir la institución, por valor de 320 millones de euros.
Este importe es inferior a la proposición de los americanos, pues habría que descontar la deuda del club, pudiendo llegar a pagar unos 2.400 euros por título.
De todas formas, este empresario sevillano no pierde la esperanza de poder tomar los mandos de la entidad:
«Oficialmente no he recibido ninguna respuesta por parte del club y las familias. La falta de respuesta no sé si es la respuesta. No sé si todo está avanzado. Sinceramente, conozco bien la operaciones corporativas, y durara su tiempo. Habrá diferentes momentos, y a lo mejor habrá para que se caiga. Pero como dice nuestro lema, en ningún caso desistiré».
Salvo que se rompa esta negociación con el capital extranjero, que avanza satisfactoriamente, Antonio Lappí y su socio Fede Quintero, de la mano de Monchi, tendrán muy complicada su entrada al club.
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Era el relevo natural para ser el nuevo Presidente del Sevilla FC, pero en este mundo tan globalizado en el que el capital manda, todo parece indicar que perderá la oportunidad de dirigir este legado sevillista, como él mismo consideró:
«Es lícito que intenten maximizar el valor, hay una diferencia entre valor, precio y nivel patrimonial. Tenemos que intentar, se ha dicho por diferentes grupos, no olvidar un legado. Eso esta fuera de lo que es el patrimonio familiar. Muchos han heredado y sus familias le hacen responsables del devenir».
