Feliz. Así se encuentra el sevillismo después de la ida de la Copa del Rey ante el Celta de Vigo. Pero también insatisfecho. Y es que la exigencia es la norma principal de la afición del Sevilla FC y por, tras encarrilar el pase a la final copera, ahora quiere dar un golpe encima de la mesa en la Liga. La situación general es casi inmejorable. Quinto en la competición doméstica, con los dos pies en la final de la Copa del Rey y esperando a que vuelva la Liga Europa para empezar a recorrer un camino que muchos sueñan con acabar en Basilea allá por mayo.