Una de las frases célebres que acuñó el mítico Luis Aragonés y que los entrenadores suelen repetir a menudo llamando a la paciencia es que lo importante en fútbol es llegar “bien colocado” a las últimas diez jornadas para apretar en el tramo final y lograr los objetivos. De hecho, el propio Julen Lopetegui ha recurrido a ella en varias ocasiones, pero en la actual campaña puede que esta sentencia pierda gran parte de su valor. O todo. Porque el Sevilla puede celebrar que ha logrado su objetivo precisamente por lo hecho antes de esos diez últimos compromisos. Una importancia capital puede alcanzar, por tanto, el empate cosechado en el último partido ante el Atlético en el Wanda (2-2), pues le permite ostentar esa tercera plaza en la tabla. De finalizar de esta forma la temporada, Lopetegui habría logrado lo que ningún entrenador ha hecho posible desde Manolo Jiménez, dejar al Sevilla en tercer lugar.