Fuentes de la FIFA consultadas por EL PAÍS apuntaron que el jugador, puede hacer prevalecer el compromiso con su nuevo club y marcharse tras el 30 de junio, o bien negociar con el equipo sevillista y el conjunto árabe para prolongar unas semanas su contrato. No obstante, la FIFA propone que en casos como este se de prioridad al antiguo club para completar su temporada con su equipo original, con el fin de salvaguardar la integridad de los campeonatos nacionales. El caso de Banega es bastante particular, puesto que como no haya una decisión extraordinaria de la FIFA, el argentino pudo jugar ante el Atlético de Madrid, el pasado siete de marzo, su último partido como sevillista.