La entrada del Papu Gómez cambió por completo el partido del Sevilla FC contra Osasuna. Al igual que ocurriera el día del Celta, el argentino revoluciona los encuentros jugando con más libertad en el centro del campo, en lugar de encorsetado en la banda izquierda.
Es esa posibilidad de que el equipo se le parta en dos, la que hace que Julen no utilice al ex de Atalanta en el centro del campo con libertad de movimientos. Su propuesta iría más acorde con las capacidades de Martial y En-Nesyri de poder jugar con ventaja en el uno contra uno, pero daría más desequilibrio a la zona media, al tener que prescindir de Rakitic o Jordán en la contención.
En el tejado del técnico está la solución de encontrar un Sevilla más profundo y peligroso, aún con la posibilidad de correr más riesgos en defensa.
