Rakitic sobra en el Barcelona, pero lo peor es que tiene la sensación de haber sufrido un largo ninguneo del que pasará factura. Le comunican que no tendrá una mejora de sueldo y, a la vez, le buscan un destino que asegure un buen ingreso. Inaceptable para el croata. Rakitic se planta y endurece su postura. El largo ninguneo empezó hace dos años cuando, después de la final del Mundial de Rusia, recibió una oferta del Paris Saint Germain. El Barcelona se negó a dejar marchar al croata. A cambio se le prometió una revisión de contrato y una mejora salarial que no se ha producido. Se irá donde tenga claro que va a ser útil, se sienta reconocido y su familia sea feliz. Todos estos requisitos los reúne el Sevilla.