Jules Koundé derrocha personalidad dentro y fuera del campo y la inquietud que tiene el sevillismo es cuánto tiempo va a disfrutar de ese liderazgo que, desde su puesto de central, cada vez se hace más obvio. Con Koundé en el campo el Sevilla de Lopetegui gana en seguridad defensiva, en cohesión, en confianza, en salida de balón… Con un nuevo cambio de imagen en su cabellera –¿se podría comparar con aquel joven Daniel tan dado al narcisismo capilar?–, Koundé reapareció para que el Sevilla de Lopetegui ofreciera su mejor versión de nuevo. El debate del gol sale ahí a escena y en la exégesis de Koundé no puede obviarse la sensación de que este émulo de Daniel Alves, por personalidad y talento, no va a durar mucho en el Sevilla. Toca disfrutarlo entretanto.