Hace 16 días que se cerró el mercado de verano, pero todavía resuenan ecos y se analiza lo realizado por Antonio Cordón, en su primera planificación como Director de Fútbol del Sevilla FC.
Con unos últimos días de muchos movimientos y de puro infarto, salieron jugadores como Pedrosa, Ihenancho y Lukebakio, mientras que se firmaron a cuatro jugadores más.
Uno de los que también estuvo muy cerca de salir fue Rubén Vargas, por el que el Villarreal llegó a poner los 15 millones de euros, que en un principio demandaba el Sevilla.
Sin embargo, lo adelantado que estaba la venta del extremo belga al Benfica y las preferencias de Matías Almeyda, llegaron a frenar esta operación.
Y es que con el paso de estas primeras jornadas, parece que la decisión fue la más correcta, ya que el suizo encadena tres asistencias en los últimos dos partidos, mientras que Dodi continúa de baja en Portugal por la lesión que se provocó estando todavía en nuestra ciudad.
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El extremo suizo se ha convertido en el alma del ataque ideado por el técnico argentino, debido a su verticalidad, regate, transiciones y presión sin balón.
A todo esto, su polivalencia y su movilidad ofrecen constantes soluciones al equipo, siendo un jugador ideal para asumir galones en la vanguardia nervionense.
