García Pimienta fue destituido de su cargo como entrenador del Sevilla cuando acumuló cuatro derrotas consecutivas. El enamoramiento que tenía el director deportivo y el presidente con el catalán, se terminó bastante antes de lo esperado.
El ex de la Unión Deportiva Las Palmas, hizo unas declaraciones en el mes de enero, en el que señalaba claramente que había varias posiciones del campo que estaban cogiditas con alfileres.
Esto no gustó nada a Víctor Orta ni a José María del Nido Carrasco, que se sintieron señalados por un entrenador, al que le habían dado la confianza total. Se tomaron estas palabras como un puñal por la espalda.
Pero con el paso del tiempo, se ha demostrado que el barcelonés tenía razón, y es que una de las posiciones que más necesitaba mejorar el Sevilla, era la de un centrocampista creador de juego, un perfil Banega.
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Pimienta puso sobre la mesa el nombre de Sergi Roberto, que lo conocía de la cantera del Barcelona y que finalmente se marchó a Italia.
Ahora Víctor Orta, o el director deportivo que venga a sustituirlo, tiene como prioridad, firmar a un mediocentro que sea capaz de ser la brújula del equipo.
Esta tarea se complica muchísimo teniendo en cuenta que la situación económica es límite.
