Kike Salas ha sido la gran novedad del último entrenamiento del Sevilla FC, antes de viajar hasta la capital de España, para enfrentarse el domingo al Real Madrid.
Pese a no entrenar durante toda la semana, el canterano no quiere perderse la cita del Bernabéu: «Acabé bastante cargado el partido ante el Valencia. Es normal. Llevaba mucho tiempo parado pero todo está bien. Es un partido que nadie se quiere perder. Todo el mundo lo quiere jugar», ha comentado en una entrevista para Relevo.
Así mismo, ha desvelado la dura pretemporada que sufrió, cuando parecía que no iba a continuar en el Sevilla:
«Esto es fútbol y cambia todo de un momento a otro. Al final fue una pretemporada difícil. Parecía que me iba a quedar, otras veces que me iba a ir… La duda es incómoda. Lo que uno quiere es estar asentado en un sitio. Te hablan de un sitio, te hablan de otro, luego una cosa y luego otra. He intentado siempre estar en este club que tanto quiero».
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Por último, ha comentado la confianza que le ha dado Quique desde su llegada:
«Al final lo más importante para un jugador es que tu entrenador te dé tranquilidad. Te ayuda mucho hablar con él y que confíe en ti. Eso ayuda a tu rendimiento. Han sido muchos años de sufrimiento. Personalmente, he estado muchos años sin jugar. También con esa duda de si iba a salir o no por la ausencia de minutos. Al final el trabajo tiene su recompensa y he tenido la suerte de estar compitiendo con el equipo de mi vida y por ello estoy agradecido»