Coke llega a la entrevista después de hacer dos goles en el último entrenamiento de la semana, uno de ellos de cabeza de bella factura. Su relación con el gol no es tan extraordinaria. Hizo bastantes en el Rayo y esta temporada de vaivenes en el Sevilla uno en el Camp Nou que se redujo a anécdota en una noche que debió quedar para el recuerdo. Justo antes de volver a Madrid para un fin de semana en familia, reflexiona sobre los desajustes propios de un equipo reformado a fondo que debe convivir en el proceso de construcción con la exigencia de resultados.