Al continuidad de Lopetegui al frente del Sevilla FC ha necesitado de dos reuniones para que el técnico tragara en un primer momento, con la «bronca» de la directiva por cuestiones como la comunicación con la prensa, desencuentros con los médicos y preparadores, el juego del equipo y el desgaste de las relaciones internas.
Por otro lado, en la segunda reunión, esta vez ya sólo con Monchi, Julen ha tenido que dar también el visto bueno a la revolución que plantea el director deportivo, con muchas salidas y con fichajes que serán más jugadores de futuro que de presente, algo que no gusta al entrenador vasco.
Todo ello, según publica Diario de Sevilla, ha teminado con un abrazo en el que la ilusión será la bandera de este nuevo proyecto, una ilusión que se sabe es complicada de mantener tras tres años de continuo desgaste, pero que tendrá el compromiso mutuo de mejorar lo acontecido en la última temporada y todo lo extradeportivo que la ha rodeado.