El líder ha vuelto. Después de varias temporadas en las que no estaba disponible principalmente por las lesiones, ahora Carriço suma. Se ha erigido en el jefe de la defensa. De forma coherente, ha analizado su cambio de rol dentro del equipo, pues en verano parecía que iba a salir. Ahora es un fijo para Machín. «Los datos hablan muy bien de esos dos últimos años en los que no he jugado tanto por las lesiones y las decisiones técnicas, que hay que respetarlas y seguir currando que es lo que he hecho yo. De todo se aprende y hay que valorar mucho cuando estás bien y feliz. Los momentos malos son duros, te falta algo, porque en mi genética está el competir. Ahora me siento importante, pero hay que respetar siempre al que no juega porque yo he estado del otro lado», afirmó en la televisión oficial.