El dueño de la pelota

202 días, algo más de medio año, han pasado desde que Éver Banega tocara suelo en su trayectoria en el Sevilla. Vio la cartulina roja en Girona con el equipo en caída libre, tratando de agarrar la cuarta posición de campeonato ante un desahuciado conjunto catalán. El club, ya con Monchi a los mandos, le leyó la cartilla. Era el final de una temporada en la que el argentino se había sacrificado por el equipo, jugando de pivote defensivo, y la impotencia se apoderó de él. Parecía el final de la trayectoria del ’10’ con el Sevilla. De hecho, de no estar Monchi como director deportivo pudiera haber ocurrido. La paciencia se había agotado. Pero el de San Fernando recondujo esa situación. Sabía que en el sistema de Lopetegui podía ser importante, pero quizás ni vislumbrara cuánto. Porque Éver ya es el jugador de toda LaLiga con mayor número de pases (813). Acumula cinco asistencias en el curso y se vuelve a mostrar como ese jugador que es capaz de poner luz a la tarde más gris.

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