El Sevilla FC debe empezar ya a dar forma a la operación salida, con muchos jugadores transferibles que no cuentas para el club.
El principal problema para encontrarles acomodo es el salario que cobran muchos de ellos, que hacen inviable su marcha a otros equipos.
Es el caso de Marko Dmitrovic, que afronta su último año de contrato y por el que se han interesado varios equipos, como el recién ascendido, el Real Valladolid.
Sin embargo, el futbolista siempre pone por delante su salario de 3 millones de euros que le queda por cobrar en Nervión, ante cualquier propuesta de salida.
Hay que recordar que el serbio llegó libre del Eibar, por lo que la prima de su fichaje se incorporó a sus emolumentos, que ahora dificultan su marcha.
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Si algún club quiere contar con sus servicios deberá respetarle ese último año de contrato o esperar que el Sevilla ponga de su parte, abonando un porcentaje de esa cantidad.