«Me da mucha rabia por cómo se paró todo, sí. Pero yo creo que todos los jugadores sentimos lo mismo. Estamos enfadados con esto. Es un año que estaba siendo espectacular para mí. Estoy muy contento con todo lo que estoy viviendo en el Sevilla. Es un momento maravilloso. Estoy muy concentrado en la situación que atravesamos ahora. Lo más importante es eso. Tengo que pensar en los entrenamientos, en mi equipo y en la seguridad. Quedan once partidos, mucha liga. Creo que va a decidir mi futuro este tramo de liga que queda para terminar la competición». Crece exponencialmente su valor, como también lo hacen sus opciones de jugar en la selección de Brasil, un «sueño» para el sevillista que «pelearé hasta el final por lograrlo, todos quieren jugar para su país y espero poder vestir algún esa camiseta».