La plantilla del Sevilla FC se marchó de vacaciones tras la finalización del partido del pasado sábado ante el Real Madrid, y ya no volverá al trabajo hasta la tarde del 28 de diciembre.
Matías Almeyda estará unos días de descanso, no sin antes dejar los deberes redactados a Antonio Cordón, en la famosa reunión que se iba a producir una vez concluyera el año futbolístico.
Descartes, ventas dolorosas y fichajes
De ese encuentro el técnico saca en claro que ha aprobado en este primer tramo de campeonato, si bien necesita mejorar en la lectura de los partidos, una vez estos se están desarrollando.
El Pelado se ha convertido en la voz de la entidad, ante el mutismo de sus directivos, dándole al equipo personalidad y una seña de identidad, todo ello condicionado por las lesiones.
Eso sí, cuando ha llegado su turno, ha exigido la llegada de refuerzos, si se quiere amarrar la permanencia sin apuros y aspirar a algo más.
Almeyda ha señalado a los jugadores que el club puede desprenderse sin mermar al equipo, si bien pide que en caso de venta dolorosa de otros futbolistas como Vargas, Agoumé o Carmona, debería llegar un sustituto.
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Por último, sus peticiones siguen siendo las mismas: Quiere un delantero como fichaje prioritario, así como un mediocentro creativo y un defensa central.
