Paulo Henrique Ganso no deja indiferente a ningún aficionado. Tan capaz de pasar desapercibido como de deleitar con su magia, el brasileño aprovechó la oportunidad que le dio Eduardo Berizzo en Cartagena para reivindicarse. Una vez más.

Paulo Henrique Ganso no deja indiferente a ningún aficionado. Tan capaz de pasar desapercibido como de deleitar con su magia, el brasileño aprovechó la oportunidad que le dio Eduardo Berizzo en Cartagena para reivindicarse. Una vez más.