Chicharito jugó la media hora larga que hubo desde que relevó a De Jong, tan trabajador y voluntarioso como reñido con el remate, igual que otras veces. Apareció en varios contragolpes. No acertó en un pase de la muerte a Banega (74’) y sí le dio un buen pase al argentino que éste desaprovechó con un disparo flojo desde la frontal (82’). Dejó pinceladas de lo que puede dar con espacios.
