Cuando el banquillo ya no aporta soluciones

El gol en el minuto 29 de Falcao supuso un tremendo jarro de agua fría para todos, jugadores y aficionados, que soñaban con la tercera final de Copa en seis años. Había que marcar cuatro goles, por lo que el sueño parecía ya demasiado difícil, aunque no imposible. Por ello, resultó cuanto menos sorprendente que Emery no mirara al banquillo para intentar cambiar algo que a todas luces no estaba funcionando.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia

Deja un comentario