Fue en Estoril. El Sevilla llegaba tras dos años terminando noveno en Liga y con tres entradores. El último fue Unai Emery, quien arrancaba ese año con un nuevo proyecto, el de los Nico Pareja, Carriço, Iborra, Vitolo, Bacca, Gameiro… La hinchada nervionense se desplazó en masa hasta Lisboa. Unos 3.000 que ocuparon la mitad del aforo del modesto estadio luso. El Sevilla venció por 1-2, sufriendo, con goles de Vitolo y Gameiro. Era la primera victoria de la temporada -sin contar las previas- y un motivo para levantar un poco la cabeza, ya que días después tocaría caer en Mestalla y terminar colista la quinta jornada de Liga.