Chicharito Hernández ya sabe cómo suena el Ramón Sánchez-Pizjuán cuando canta un gol. Junto a la animosa grada de Gol Norte, apenas a unos metros, remató la mejor jugada del partido, una combinación transoceánica con participación de un brasileño con nacionalidad portuguesa, un argentino con nacionalidad italiana, un magrebí con nacionalidad española y un azteca (¿o es maya?) con nacionalidad mexicana. Franco Vázquez tomó el astrolabio en la corona del área y desde ahí dirigió con su suave timón de cadencia zurda el tiralíneas del 1-0. Una jugada para enmarcar e incluso exponer en el Archivo de Indias por la conexión de ida y vuelta de sus protagonistas. Una circunnavegación futbolera, un melting pot multiétnico.