Joaquín Caparrós dirigirá su último partido como técnico del Sevilla, al menos en esta cuarta etapa, frente al Villarreal en un encuentro que es intrascendente.
Es cierto que seguramente los directivos estén deseosos de que se consiga una victoria, para aumentar los ingresos por derechos televisivos, si superan alguna posición más en Liga.
El técnico utrerano ha atendido a los medios de comunicación en su última rueda de prensa de la temporada, en la que no tienen desperdicio las palabras del entrenador:
Su última experiencia: «He disfrutado y lo he pasado muy mal, como toda mi familia. Uno es sevillista, conoce a la afición, conoce a los trabajadores que si el equipo hubiera bajado hubieran tenido que dejar el club. Me trajeron para intentar ser un revulsivo. Me llevo una magnífica impresión del grupo a nivel humano. Que el Sevilla me haya dado una nueva oportunidad lo es todo para mí”.
Dardos a los directivos: “La sabemos todos. Que los accionistas lleguen a un acuerdo y que piensen que el club esté por encima. Es lo que está pidiendo lógicamente el sevillismo. Daría mi sangre por la paz social».
«Si te juegas salvar la categoría con un chaval que venía para el Sevilla C, hay que reflexionar. Esto debe servir para hacer autocrítica y que no se vuelvan a cometer los mismos errores».
Kike Salas: «Respetamos muchísimo a la justicia y la presunción de inocencia. Ha estado entrenando con normalidad y ha recibido el apoyo de sus compañeros».
Su futuro: «Como decía Aragonés, tengo el culo pelao. Lo mejor para el Sevilla y por encima de todo, paz social. Tengo varios actos, voy a pasar por Cuenca y me voy a ir a Punta Umbría a comerme unas coquinas”.
Sobre la final europea del Betis: «No voy a ver el partido porque tengo un acto».
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Saúl Ñíguez: «Lleva infiltrándose muchas jornadas y está totalmente descartado. El ambiente ha sido muy bueno, como cuando llegamos pese a que estaban tensionados”.