¿El problema? Que a todas las puertas que llaman, sabiendo que el Sevilla es un club poderoso en lo económico y que este verano volverá a vender por una suma importante, se abren con precios prohibitivos o arriesgados. El mercado está disparado y en algunas ocasiones el Sevilla llega con poca decisión o con ofertas que ni se contemplan. Lejeune y Musacchio son dos opciones prioritarias pero igualmente costosas.
