El Sevilla despide el año con derrota y llueven críticas contra Berizzo. Algunos, por exceso de pasión o falta de memoria, confunden la velocidad con el tocino.
No es nuevo que cuando el Sevilla FC gana todo es Disneylandia y que, si pierde, se escuchan barbaridades. La exigencia viene de serie con esa camiseta. Ahora bien, una cosa es exigir y otra, bien diferente, es usar al club como un saco de boxeo. Si anoche hubiese bajado un marciano a Sevilla y hubiese leído las opiniones de algunos aficionados y medios de comunicación, habría llegado a la conclusión de que el equipo está muy cerca de consumar el descenso a Segunda.