Banega está pendiente de renovar su contrato y ya ha habido acercamientos por las partes. También puede pesar el toque que le ha dado el club. Pero el propio futbolista habló recientemente de tal posibilidad en tono positivo, deseando alargar su etapa en el Sevilla. Otra cosa es que el club de Nervión no llegue a lo que pide el argentino, quien a sus 30 años –cumplirá 31 el próximo 29 de junio– aún tiene fútbol que ofrecer y un buen cartel en Europa. Monchi debe meditar si en su reestructuración total de la plantilla quiere contar con Banega, quien puede rendir mejor si se lo dosifica o se lo acompaña con medios de empaque y presencia física. Después de tantos servicios, con 51 partidos en sus piernas y en su cabeza esta campaña, su final no debería ser aquella pataleta de Montilivi.
