“Parece que es normal jugar finales, pero es difícil. Hay que hacerle ver a toda la gente que esto no es corriente, que es tremendo, aunque el Sevilla lo haga tan a menudo. Vamos a intentar pedir más entradas para la final, pero no es fácil. El problema es que aunque tengamos 50.000 nos faltarían porque todo el mundo quiere ir”, explicó el presidente Castro.