El fichaje le debe costar justo lo que han acordado, sin sorpresas, que podrían venir del Milan, que le debe dinero al entrenador. La situación es la siguiente: cuando echaron a Montella no le pagaron el finiquito de golpe, se lo han distribuido en plazos a cobrar en los próximos meses hasta 2019, que es hasta cuando tenía firmado, sabiendo que si al final a Montella le llegaba una oferta, como ha sido, pues tendría que perdonar alguna cantidad o que la pagara el club de destino.
