Ese gran agitador que es durante los partidos Jorge Sampaoli volvió a pulsar la tecla adecuada en pleno fragor. Su equipo salió con un punto, o varios, menos de intensidad que Osasuna y el animoso equipo rojillo llevó el agua a su molino: fútbol físico, de fricción, obligando al Sevilla a actuar a contraestilo y a recurrir a ese fútbol en largo sin mucho sentido con Ben Yedder y Jovetic en la recepción de esos balones con agua nieve. Con Jovetic muy arriba e Iborra demasiado atrás, la traslación del balón por abajo fue muy dificultosa. Había que hacer algo. Y Sampaoli prescindió de Mercado por Sarabia, cambió a defensa de cuatro, los de blanco dieron un paso adelante y todo encajó mejor: N’Zonzi volvió a desatarse, Sarabia sirvió de nexo desde la izquierda, también Mariano se estiró con Franco Vázquez por la derecha y Jovetic estuvo más asistido para explotar su frialdad en el área.
