Llegó el día. El Sevilla FC vuelve a escena en su competición fetiche, la UEFA Europa League. El virus que azota el planeta ha deparado para la ocasión un formato inédito, en territorio neutral y sin público, bajo unos estrictos protocolos sanitarios y en pleno mes de agosto, en el verano otrora reservado para las pretemporadas. El mundo cambia y el Sevilla FC se adapta. Pero no hay margen de error. Los combates que se dirimen en Alemania son a una sola carta. El que caiga se vuelve a casa. Como estímulo inigualable, este competitivo grupo de Julen Lopetegui es consciente de que está a sólo cuatro partidos de tocar plata. Es un guion que han interiorizado bien los nervionenses durante su preparación, salpicada de incómodos contratiempos. Todos se apuntan al reto de alzar el sexto título para la entidad en la segunda competición continental. El primer escollo, a partir de las 18.55 horas en el MSV Arena de Duisburgo, no es un juego de niños: la AS Roma.