En la Junta General de Accionistas de este lunes, el Presidente del Sevilla FC, Del Nido Carrasco, actualizó las novedades respecto a la construcción del nuevo Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
En ellas, retrasó un año el inicio de las obras, postergándolas hasta el 1 de julio de 2027 y con una duración de tres años.
«En cuanto a las obras, querríamos licitarlas en el primer trimestre de 2027, comenzar en junio de 2027, un año después de lo previsto, y finalizar en el plazo estimado de tres temporadas», anunció el máximo mandatario sevillista.
Unos plazos inviables
Sin embargo, estos plazos chocan con el actual usufructuario del recinto de La Cartuja, el Betis, que ya ha anunciado que permanecerá allí disputando sus partidos hasta mayo de 2028.
Incluso su presidente, Ángel Haro, cerraba la puerta a compartir el uso del mismo: «No sé qué expectativas tiene el Sevilla con sus tiempos y obras. Yo lo que sé es que tenemos un contrato con el Estadio Olímpico y hay tranquilidad al respecto. No sé si hay cabida de poder estar los dos equipos. Yo lo veo complejo. Ni el Sevilla ha hablado con nosotros ni nada».
Aunque el Sevilla decidiera retrasarlo un año más hasta julio del 2028, el Estadio de Santiponce necesita todavía una serie de reformas para adecuarlo al Mundial de 2030, por lo que complica todavía más las opciones sevillistas.
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A todo esto, el club se encuentra inmerso en un proceso de venta, en el que los nuevos propietarios tendrán mucho que decir sobre la construcción o no de un nuevo coliseo nervionense, por lo que todas estas circunstancias nos hacen pensar que será muy difícil ver un nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán, al menos en los tiempos previstos.
