Accionistas Unidos critica la composición de un Consejo “menos profesional y con un extraño”

Valoración de la composición del consejo del Sevilla por parte de Accionistas Unidos:

“Decepción. El 8º club del ranking UEFA y 4º presupuesto de la Liga no se merece una Junta Directiva, conformada por familiares directos de los accionistas mayoritarios con un perfil profesional menor del que tenían los consejeros salientes Villanueva, Valdés, Moscoso y Ellauri, para tomar decisiones trascendentales en un mundo del fútbol muy competitivo.

Reparto de cargos por mayoritarios: un 5-3-3. El consejo se divide en tres grupos de consejeros cada uno de ellos relacionados con el apellido de un accionista mayoritario:

– José Castro comanda un grupo de cinco personas que son: su hermano Luís, Carolina Alés, Francisco Guijarro Raboy (todos familiares directos de los tres familias de mayoritarios) y una persona de su confianza como es Luís Galán.
– El segundo grupo es el que representa a la familia Carrión con sus hijos Rafael y Jesús y con, Gabriel Ramos, el actual vicepresidente.
– El tercero está formado por los representantes que propone José María Del Nido Benavente (antes fuera del Consejo y ahora integrado junto al resto de grandes accionistas) que son sus hijos José María y Miguel Ángel y una persona muy cercana como es Enrique De la Cerda. El ex miembro de Sevillistas de Nervión, José Gómez Miñán, se queda sin representación directa/familiar.

Mención especial para “Sevillistas Unidos 2020 S. L. La vida da muchas vueltas. En agosto, Andrés Blázquez y Sevillistas Unidos 2020 SL (SU2020) eran desconocidos para los máximos representantes del Sevilla FC y, curiosamente, cuatro meses después es miembro del Consejo de Administración. En agosto preguntamos al club por SU2020 y nadie nos contestó nada de esta sociedad y ahora tiene una función muy relevante en el proceso que se abre. Recordamos que fruto de nuestras investigaciones, acreditamos que SU2020 tiene un socio opaco, la sociedad americana Nutmeg Adquisition LCC domiciliada en Delaware, donde no facilitan la identidad de su propietario. El que el señor Blázquez manifieste públicamente que son 22 inversores, “…algunos de ellos son incluso accionistas desde la conversión del club en SAD en 1992…”, crea más dudas que clarifica la situación. Si son sevillistas antiguos, ¿por qué no se quiere desvelar su identidad desde hace cinco meses?

Se vuelve a dar la espalda al sevillismo de base. Volvemos a comprobar que no hay transparencia, se dice en las entrevistas concedidas a los medios de comunicación que lo hacen todo por el sevillismo pero ocultan, niegan y no explican nada sobre los planes de futuro en la Junta General de Accionistas, el lugar donde correspondía aclararlo. El sevillismo de base sigue demandando hechos y no palabras y, en definitiva, que por escrito se garantice por los grandes accionistas el blindaje del Ramón Sánchez-Pizjuán y de la Ciudad Deportiva.”

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